enero 21

El Origen de la Vieja Religión

La vieja religión tiene sus raíces en los albores de la civilización, cuando el ser humano comenzó a contemplar los ciclos de la naturaleza: las fases de la luna, que marcaban el momento de sembrar y cosechar, el ritmo de las estaciones y la continuidad de la vida.

En tiempos ancestrales, más allá del alcance de nuestra memoria, el hombre se maravillaba ante el esplendor del universo. A diferencia de la actualidad, en aquella época se vivía en armonía con la naturaleza, sin ciudades ni pueblos, en un mundo puro y virgen.

El espectáculo majestuoso del cosmos, la sucesión de las estaciones, la influencia de la luna y los eclipses, despertaban en el hombre primitivo un profundo asombro.

Con una conciencia libre de dogmas y credos, el ser humano de antaño se entregó a la contemplación y al autoconocimiento, buscando respuestas en el orden natural que lo rodeaba.

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