MANDAR HACER MAGIA

Muchas personas prefieren que alguien más ejecute un acto mágico por ellas, sin tomar precauciones ni considerar las consecuencias. En su desesperación, buscan supuestos magos o meigas, muchas veces motivados únicamente por intereses económicos. Como resultado, en la mayoría de los casos, terminan perdiendo grandes sumas de dinero sin obtener ningún beneficio mágico real.

Es fundamental que, antes de buscar ayuda mágica, se actúe con conciencia y discernimiento. Se debe investigar las capacidades y cualidades de la persona a la que se recurre, para evitar fraudes y falsas promesas.

El verdadero poder de la magia

Uno de los principios más importantes dentro de la práctica mágica es que, tanto un mago como una meiga deben evitar recurrir a la magia innecesariamente.

Aunque pueda parecer contradictorio, un verdadero practicante de la magia sabe que cada situación que enfrenta una persona forma parte de su vida y de su destino. En muchos casos, estos desafíos son pruebas necesarias para su crecimiento personal. Si el mago interviene de forma irresponsable para evitar estas experiencias, solo retrasa el aprendizaje y evolución del consultante.

El equilibrio en la práctica mágica

Antes de realizar cualquier operación mágica, lo primero que se debe buscar es la armonía. Cada acto mágico desencadena una serie de eventos y causas difíciles de predecir, ya que la magia es una fuerza poderosa con efectos que van más allá de la intención inicial.

Por más intenso que sea el deseo de quien solicita ayuda, o por más alta que sea la oferta económica, se debe recordar que toda energía proyectada retorna a su creador. Quien manipula la magia sin cuidado puede terminar atrapado en las consecuencias de sus propios actos.