PRINCIPIOS MÁGICOS
Toda práctica mágica está regida por una serie de principios, leyes, reglas y conceptos que cada practicante debe comprender y aplicar.
Para algunos, la magia se manifiesta tras la ejecución de rituales, conjuros, invocaciones, hechizos, sortilegios, encantamientos, plegarias, cierres y otras prácticas mágicas. Sin embargo, más allá de los actos rituales, la magia responde a dos realidades fundamentales:
Hacer magia.
Que le hagan magia.
Ejecutar un acto mágico es un arte, un poder innato que reside en todos, pero que solo algunos logran desarrollar.
La magia en la vida cotidiana
De alguna manera, todas las personas sienten una atracción natural hacia la magia y, aunque no sean conscientes de ello, pueden llegar a ejecutar rituales mágicos de forma involuntaria.
Quien desea practicar la magia de manera consciente debe aprender a:
Conocer los elementos y tiempos que rigen cada acción.
Aplicar ese conocimiento en su vida diaria.
Identificar las señales que indican el sendero a seguir.
Comprender las diferentes variaciones de la magia.
Estudiar el uso de plantas mágicas, días, horas y fases lunares.
Seleccionar correctamente los elementos adecuados para cada tipo de magia.
En definitiva, hacer magia es un arte que se aprende, un conocimiento que otorga poder y sabiduría, y que puede transformar la vida de quien lo domine.